La palabra alemana Stolperstein significa escollo, tropiezo. El artista conceptual alemán Gunter Demnig concibió este proyecto como homenaje y recuerdo de todas las víctimas del nazismo. Consisten en unos cubos de hormigón de 10 cm de lado, que en su parte superior tienen una placa de latón en la que se graban los datos esenciales de la persona: fecha y lugar de nacimiento, fecha y lugar al que fue deportada la víctima, si fue asesinada, lugar y fecha del asesinato, o fecha de liberación. Se embuten en la acera frente a un lugar relacionado con la vida de esa persona, para que los viandantes al pasar “tropiecen” y se inclinen a leer esta información como forma de respeto y homenaje. No se trata de un tropiezo físico, sino mental, obviamente.
Gunter Demnig partió de la idea de colocar miles de ellas, de manera personalizada, dedicadas a millones de víctimas del nazismo, cualquiera que fuese su condición. Actualmente hay colocadas más de 100.000 Stolpersteine en 30 países europeos, alrededor de 500 en España, e incluso en Argentina. La Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad decidió encargar al artista las 22 Stolpersteine en recuerdo a los 22 sorianos deportados conocidos en ese momento, para lo cual hubo de realizar una larga tarea de investigación en archivos españoles, franceses y alemanes, para completar toda la información necesaria.