Más de 600 civiles, que tenga conocimiento la Asociación Recuerdo y Dignidad, fueron ejecutados en Soria en los meses siguientes al golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936. Se trata de población civil en una provincia en la que no hubo barricadas ni frente de guerra y que pertenecen, por tanto, a una represión criminal premeditada, sistemática, contra un sector determinado de la sociedad civil (maestros, militantes, simpatizantes o incluso votantes de organizaciones de izquierda, miembros de profesiones liberales, sindicalistas, cargos electos, …). Son terribles crímenes de lesa humanidad contra gente inocente, no militarizada, hecha desaparecer y enterrada en fosas clandestinas para imposibilitar su localización y cuyo dolor y búsqueda de las reparaciones más elementales duran en las familias y la sociedad hasta nuestros días.
Es importante y necesario crear un Memorial a las Víctimas que preserve la memoria de las personas asesinadas, desaparecidas y represaliadas, y que incluya sus nombres y apellidos, restableciendo un recuento exhaustivo y minucioso, otorgándoles singularidad y una huella visible, a la vez que integrándose en una conmemoración colectiva que promueva la labor pedagógica sobre Memoria Histórica que realiza la asociación. Se va a convertir así en un Lugar de Memoria y formar parte de la Red de Lugares de Memoria Democrática que se van a implementar con la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática.
Se pretende instalar un monumento conmemorativo que establezca una relación continuada entre las víctimas de ayer y las personas de hoy; que una arte, memoria y espacio público; y que otorgue a las víctimas un lugar importante y reconocible para toda la sociedad. Se quiere situar en una localización privilegiada, transitada y especialmente visible; y utilizar la lógica compositiva del espacio donde se instale, aprovechando elementos existentes e incluyéndose en la intervención.
