El avance de la intolerancia, de la discriminación y de los delitos de odio es un hecho que se constata a nivel internacional, de manera global, y que se concreta localmente; sin olvidar el impacto de su propagación debido a la transversalidad de las comunicaciones, redes sociales y otros medios.
El Plan Municipal contra los Delitos de Odio se fundamenta en la preservación de principios y valores constitucionales de dignidad, igualdad, libertad, solidaridad, justicia, tolerancia y derechos fundamentales de las personas, que ya los Tratados y Organismos Internacionales mandatan su cumplimiento y su protección frente a vulneraciones y agresiones cometidas en relación con la realidad diversa de la condición humana; ya sea por diferencia en su origen étnico o racial, territorial, nacional o social, por su color de piel, lengua, identidad cultural y deportiva, convicciones religiosas e ideológicas, por su opinión política o de otra índole, por su condición de migrantes o refugiados, personas sin hogar o por la posición socioeconómica, por su edad, profesión, sexo, orientación, identidad sexual y razón de género, nacimiento, por su aspecto físico, necesidad y cultura alimentaria, características genéticas, por discapacidad intelectual o física, enfermedad, estado serológico o por cualquier otra circunstancia personal o social, y que también son amparadas sin distinción alguna fundada en la naturaleza política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona.
Este Plan va a abordar al menos los siguientes ejes de intervención: sensibilización preventiva; apoyo a las víctimas de la intolerancia, discriminación y delitos de odio; registro y monitorización de incidentes de odio, discriminación e intolerancia; fomento de la denuncia; creación de un Observatorio Municipal de la Intolerancia, Discriminación y Delitos de Odio; y fomento y apoyo a la cooperación asociativa y social en las diferentes tareas.