Soria es una de las primeras provincias en las que se empezaron a exhumar los restos mortales de personas fusiladas tras el golpe de Estado militar. Aunque hubo anteriores, la primera exhumación ampliamente documentada data de 1970. Al menos, hubo una docena de exhumaciones de este tipo de las que tenemos registradas con nombres y apellidos a 57 personas exhumadas. Se trataban, eso sí, de exhumaciones sin el carácter científico que tienen las modernas y realizadas de forma clandestina.
La Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad inició su andadura en 2005 para arrojar luz sobre lo que sucedió en el levantamiento militar, la Guerra Civil, la Dictadura y la Transición y contrarrestar el llamado franquismo sociológico, fruto de 40 años de propaganda de la dictadura y otros casi cincuenta de amnesia, que calan en las mentes y consolidan un discurso inconsciente que aún conservamos como sociedad. De ahí que la difusión y la pedagogía sean de los principales objetivos de la Asociación soriana, y que se realizan a través de: encuentros anuales llamados Semanas de la Memoria Histórica; intervenciones artísticas y exposiciones; publicación de artículos y libros, como A la sombra del cenacho. La fosa de los maestros y la reedición de La represión en Soria durante la Guerra Civil, y un largo etcétera.
Por otro lado, la ASRD es una de las pocas asociaciones memorialistas estatales que han conseguido abrir causas judiciales penales por el asesinato de civiles víctimas de desapariciones en la represión inherente al golpe de estado de 1936. En este sentido, es importante destacar las exhumaciones científicas llevadas a cabo en Soria con la ayuda de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Debido a varios de los puntos fuertes de la asociación -como la labor jurídica previa a las exhumaciones, la identificación de todas las víctimas o la localización de todas las familias- el número de exhumaciones es menor que en otras provincias.
En la página web de la asociación www.recuerdoydignidad.org se puede encontrar mucha más información.
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